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Consejos para estudiar y trabajar al mismo tiempo

CFGS Administración y finanzas

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Estudiar y trabajar al mismo tiempo puede ser un desafío, pero con la organización adecuada y algunos consejos prácticos, es posible lograr un equilibrio entre ambas responsabilidades. Si bien es cierto, debes de ser muy disciplinado para poder encontrar el punto de equilibrio entre ambas actividades. En cualquier caso, estos consejos te van a venir muy bien para lograr este reto.

Organizarse para estudiar y trabajar

Saber organizarte te ahorrará mucho tiempo y te permitirá atender las dos tareas de una forma cómoda, agradable y sencilla. Para ello, te conviene usar un poco de tu tiempo para hacer un horario que incluya tus horas de trabajo y estudio. Esto te ayudará a ver tu semana y a garantizar que tengas tiempo para todo.

En este sentido, el siguiente objetivo será pensar en metas realistas para tus estudios y tu trabajo. Establecer objetivos te ayudará a mantenerte enfocado y motivado. Divide tus metas en metas a corto y largo plazo para tener una dirección clara. De esta forma, cuando logres las primeras te sentirás seguro para ir avanzando y llegar hasta el final.

Un detalle relacionado con el horario que es importante es que tengas capacidad de darte cuenta de cuáles son las tareas más importantes y urgentes tanto en el trabajo como en los estudios. Lo primero que debes de hacer es aquello que requiera cierta urgencia para asegurarte de atenderlo sin esperas.

Estudiar y trabajar puede ser un reto muy estimulante

Es cierto que estamos hablando de crear unas rutinas y, por definición, son aburridas. Sin embargo, si lo conviertes en un reto que te ayude a lograr lo que quieres, te encantará hacerlo. Por ejemplo, crea un espacio tranquilo y libre de distracciones para estudiar. Asegúrate de que sea cómodo con todo lo que necesitas, como material de estudio, una computadora y acceso a recursos en línea.

De igual modo, en el trabajo debes de generar confianza con tus compañeros y con tu jefe. Si es posible, habla con él sobre tus responsabilidades académicas. La comunicación abierta puede ayudarte a obtener apoyo y flexibilidad en caso de necesitar ajustes en tu horario laboral.

Y, ahora, bajemos al detalle. Una de tus prioridades debe ser tener tus materiales de estudio bien organizados. Utiliza carpetas físicas o digitales para tus apuntes, libros y recursos en línea. La organización te permitirá encontrar rápidamente lo que necesitas cuando estudies.

El tiempo se escapa cuando tienes que estudiar y trabajar

El reloj vuela cuando estás ocupado. Por ello, es bueno establecer límites de tiempo. Esto te ayudará a mantenerte concentrado y evitar que te distraigas con otras tareas. Y dado que te estás esforzando, es bueno que tengas en cuenta que la procrastinación puede ser tu peor enemigo. Utiliza técnicas como la técnica del Pomodoro, donde trabajas durante 25 minutos y luego tomas un descanso de 5 minutos, para mantenerte enfocado.

Y, por supuesto, no tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites. Ya sea en el trabajo o en la escuela, busca el apoyo de compañeros de trabajo, amigos, familiares o profesores cuando te sientas abrumado. No te olvides de cuidar tu bienestar físico y emocional. Duerme lo suficiente, mantén una dieta equilibrada y realiza ejercicio regularmente. También es importante reservar tiempo para actividades que disfrutes fuera del trabajo y los estudios.

A veces, las situaciones cambian y puedes enfrentar desafíos inesperados. Mantén una mentalidad flexible y busca soluciones creativas cuando surjan obstáculos. Aprovecha las herramientas tecnológicas para facilitar la organización y la productividad. Aplicaciones de calendario, listas de tareas y aplicaciones de toma de notas pueden ser aliados valiosos en tu rutina diaria.

Incluye pequeños descansos en tu horario para recargar energías. Un breve paseo, estiramientos o incluso una breve meditación pueden ayudarte a mantener la concentración y el equilibrio. Revisa tu horario y tu enfoque. Asegúrate de que tus métodos de estudio y trabajo sigan siendo efectivos y ajústalos según sea necesario. Y, finalmente, reconoce y celebra tus logros, grandes y pequeños. Esto es la palanca que te mantendrá motivado y te recordará por qué estás haciendo el esfuerzo de estudiar y trabajar.

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